El próximo 31 de diciembre se celebra el 75 aniversario de este gran escritor y filósofo español perteneciente a la generación del 98. En su obra cultivó gran variedad de géneros literarios como novela, ensayo, teatro y poesía.
Sus últimos años estuvieron marcados por una variada actividad poĺítica. Lamentablemente, como a muchos otros autores brillantes de nuestro país, le toco vivir momentos críticos y que su supuesta ideología ensombrecería o atenuara su grandeza artítistiva para los que lo tachan de una u otra vertiente yo me quedo con sus palabras. «En este momento crítico del dolor de España, sé que tengo que seguir a los soldados. Son los únicos que nos devolverán el orden. Saben lo que significa la disciplina y saben cómo imponerla. No, no me he convertido en un derechista. No haga usted caso de lo que dice la gente. No he traicionado la causa de la libertad. Pero es que, por ahora, es totalmente esencial que el orden sea restaurado. Pero cualquier día me levantaré —pronto— y me lanzaré a la lucha por la libertad, yo solo. No, no soy fascista ni bolchevique; soy un solitario»
Murió en su domicilio de Salamanca el 31 de diciembre de 1936, de forma inesperada, en el transcurso de la tertulia vespertina que mantenía regularmente con un par de amigos. A pesar de estar recluido, en su funeral fue exaltado como un héroe falangista.A su muerte Antonio Machada escribió: «Señalemos hoy que Unamuno ha muerto repentinamente, como el que muere en la guerra. ¿Contra quién? Quizá contra sí mismo».