Por su parte, Humberto eco propone la «cultura de masas» como la circulación libre e intensiva de productos. Dado que la cultura de masas en su mayor parte es producida por grupos de poder económico con el fin de obtener beneficios, permanece sometida a todas las leyes económicas que regulan la fabricación, la distribución, y el consumo de los demás productos industriales. Los caracteres culturales de los propios productos y la inevitable relación de persuasor a persuadido.