De Doris Lessing, premio Nobel de Literatura, es una original mezcla de ficción y autobiografía. Es un sentido homenaje a sus padres a los que la Primera Guerra Mundial marcó psiquica y físicamente. Sólo se cuantan como víctimas los fallecidos pero todos los que pasan por un horror semejante quedan marcados de alguna manera.
En la primera parte Doris narra la vida de sus padres sí la llamada Gran Guerra no hubiese existido, los sueños que hubiesen cumplido y las pesadillas que no les hubiesen acompañado. En la segunda parte narra cómo fue su vida en realidad, intercalando en las páginas del texto unas fotos familiares de la época. Aquí aborda el tema de la colonización ya que parte de su juventud transcurrió en África , concretamente en Rodesia actualmente Zimbabue; la problemática relación con su madre; la larga enfermedad de su padre; su maternidad y los sentimientos encontrados que le provocaron…
A medida que transcurre el texto y pasamos las páginas encontramos el alma de una mujer integra y comprometida que ha tenido que tomar decisiones cuestionables para ser honesta consigo misma y que es clara y sincera ante las injusticias.
«No veo cómo puede haber perdón para lo que estamos haciendo. No me cabe cuda de que la imagen más detestable del mundo es ver cómo tiran esos platos todavía llenos de comida de algún restaurante estadounidense y los cubos de basura repletos de alimentos intactos. Tan detestable como ver la misma escena en Inglaterra: comida que serviría para allimentar a miles de personas hambrientas y agonizantes. Mueren, están muriendo mientras escribo esto…»